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Ya sea para presentar un proyecto de clase, promocionar una asociación universitaria, resumir los puntos clave de tu temario de oposiciones o dar a conocer un taller, el folleto es uno de los formatos impresos más versátiles y efectivos. Pero, ¿por dónde empezar cuando te planteas crear uno?
Un folleto bien diseñado transmite profesionalidad, organiza la información de forma clara y deja una huella duradera en tu audiencia. Hoy, actuaremos como tu guía personal para que domines el arte de la folletería, desde la estructura hasta el papel.
Paso 1: Elegir la Estructura Correcta – ¿Díptico o Tríptico?
Lo primero es decidir cómo se plegará tu folleto. Esta elección determinará la cantidad de información que puedes incluir y cómo se organizará.
- Díptico (2 cuerpos): Se realiza un solo pliegue, dividiendo el folleto en tres paneles (uno frontal, uno central y uno trasero). Es la opción más sencilla y directa.
- Ideal para: Mensajes claros y concisos. Perfecto para anunciar un evento concreto, presentar un servicio básico o un resumen muy visual de un tema.
- Ventaja: Su simplicidad lo hace muy fácil de leer y de diseñar.
- Tríptico (3 cuerpos): Es el formato clásico por excelencia. Con dos pliegues, se obtienen seis paneles para trabajar (tres por cada cara).
- Ideal para: Guías completas, temarios extensos, programas detallados de congresos o presentaciones con mucha información que necesita una jerarquía clara.
- Ventaja: Ofrece un «viaje» al lector. Permite una introducción (panel frontal), un desarrollo (paneles interiores) y una conclusión o llamada a la acción (panel posterior).
Consejo para estudiantes/opositores: Si tu objetivo es sintetizar un tema complejo, el tríptico es tu mejor aliado. Te fuerza a organizar la información en bloques lógicos, creando una herramienta de estudio muy eficaz.

Paso 2: Seleccionar el Papel – La Importancia de la Tactilidad
El papel no es solo un soporte; comunica calidad y resistencia. Elegir bien es crucial.
- Gramaje (el peso del papel):
- 90-135 g/m²: Standard. Adecuado para folletos económicos de gran distribución. Puede resultar algo fino si tiene mucho texto por el otro lado.
- 150-250 g/m²: Recomendado para la mayoría de folletos. Proporciona una sensación de robustez y calidad profesional. Un gramaje de 170 g/m² es un punto de partida excelente.
- 300-350 g/m²: Muy premium. Se usa normalmente solo para la portada de dípticos muy exclusivos.
- Acabado:
- Estucado Brillante: Ofrece colores vibrantes y es ideal para imágenes con mucho impacto. Punto débil: puede generar reflejos al leer y las huellas dactilares son más visibles.
- Estucado Mate: La opción más elegante y práctica. Los colores son profundos pero sin reflejos, favoreciendo la lectura prolongada. Es menos susceptible a las marcas de dedos.
- Offset o Reciclado: Tiene una textura más porosa y natural. Transmite valores de ecología y es perfecto para proyectos con un enfoque artesanal o sostenible.
Paso 3: Diseños que Funcionan – Claves para Triunfar
Un buen diseño atrae, organiza y persuade. Sigue estas pauntas:
- Jerarquía Visual Clarísima: Usa tamaños de fuente diferentes. Un título grande, un subtítulo mediano y un cuerpo de texto pequeño y legible (ej. Arial, Open Sans, Calibri para lo formal; Helvetica para lo moderno). Guía al ojo del lector.
- Espacio en Blanco es tu Amigo: No satures los paneles. El espacio vacío (o «aire») alrededor de los textos y las imágenes permite respirar al diseño y mejora la comprensión.
- Imágenes de Alta Calidad: Utiliza siempre fotografías o gráficos con buena resolución (mín. 300 ppp o DPI). Una imagen pixelada arruina la credibilidad al instante.
- LLamadas a la Acción (CTA) Directas: ¿Qué quieres que haga el lector? «Visita nuestra web», «Escanea este código QR», «Apúntate aquí». Usa botones o frases destacadas para guiarlo.
- Coherencia con tu Marca: Si el folleto es para una asociación o tu proyecto personal, usa los mismos colores y tipografías en todos tus materiales para crear una identidad sólida.
Checklist Antes de Mandar a Imprimir
- ¿Tiene sangrado? Has extendido fondos e imágenes 3-5 mm más allá del corte final.
- ¿Están las fuentes convertidas en curvas o outline? Evita que se sustituyan por defecto.
- ¿Has revisado la ortografía? Un error tipográfico puede ser fatal. Revisa, revisa y pide a alguien que revise.
- ¿Los archivos están en CMYK? Asegúrate de que el modo de color es el correcto para impresión, no RGB.
Conclusión: De la Idea al Resultado Final
Crear un folleto efectivo es un proceso que combina planificación estratégica y buen diseño. Elegir correctamente entre un díptico o un tríptico, seleccionar un papel de calidad y aplicar principios de diseño claros marcará la diferencia entre un material que se conserva y otro que se desecha.
En encumar.es sabemos que los detalles importan. Un folleto bien ejecutado puede ser tu mejor tarjeta de visita académica o profesional.
¿Tienes una idea para un folleto pero te surgen dudas? ¡Déjanos un comentario! Estaremos encantados de orientarte.
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